¿En qué creemos?
Creemos que un mundo mejor, sano y a salvo es posible. Repensar los hábitos de compra marcan la diferencia y conocer la historia de cada producto nos muestra la huella que generamos en el medio ambiente y en la sociedad.
Todo lo que decidimos hacer o no hacer tiene un impacto directo en el planeta, en consecuencia, en nuestras vidas.
Creemos en una nueva y mejor manera de hacer las cosas, donde el éxito se mida por el bienestar del medioambiente y de las personas, incentivando una economía que nos incluya a todos y que pueda crear valor integral para el Mundo y la Tierra.
Y vos, ¿Qué impacto querés generar?
¿Para qué existimos?
Queremos ser coherentes en lo que pensamos, decimos y hacemos.
Nos preguntamos si el mundo iba a seguir exactamente igual cuando estemos, o si podíamos generar cambios positivos y en pos del cuidado de las plantas, los animales y personas.
Hoy existimos para promover la sustentabilidad todos los días y cuidar la Tierra proponiendo productos alternativos frente a los tradicionales que poblaron nuestras vidas durante cientos de años.
Inspirar a las personas es nuestra base. No todos somos políticos, emprendedores, profesionales, deportistas o estudiantes, pero si somos consumidores; decidir usar y comprar responsable es un acto espectacular que va a marcar la diferencia en el corto plazo.
Nuestro propósito. Ser mejores PARA el mundo.
Por eso todos los productos que ofrecemos son de empresas que están generando soluciones al medioambiente, como la reutilización de los cueros desechados, de residuos textiles, de neumáticos en desuso, de residuos de la industria gráfica, entre otros; y soluciones a la sociedad; como inclusión social, integración y generación de oportunidades en sectores vulnerables.
¿Tiene sentido una economía lineal de compra, uso y descarte? ¿Y una economía tradicional que genera riqueza financiera pero que trae como consecuencia desigualdad, explotación de recursos naturales y desechos contaminantes?
Nunca antes el mundo nos exigió tantas respuestas, pero tampoco, nunca antes tuvimos tantas herramientas para dárselas.